Hermanos, hoy hablaremos acerca de la palabra testimonio, ya que esta es quien nos marca dentro de un contexto, como la familia, los amigos, en el trabajo, colegio, iglesia, etc.
Etimológicamente hablando, la palabra “Testimonio” proviene del latín Testimonium,
la misma es una palabra compuesta por TESTI, que significa “TESTIGO” de algún
acontecimiento y MONIUM, que indica el sentido de PERTENENCIA, dicho de una
manera fácil “Son las palabras que utiliza un tercero para referirse a
algún acontecimiento o hecho que ha presenciado sobre algo o sobre alguna
persona”
La palabra “Testimonio” proviene del griego “MARTIR” que lleva por
significado “Alguien que es TESTIGO” y se refiere a personas que dan fe acerca
de lo que han experimentado o presenciado.
NOTA: Los griegos no consideraban la palabra “martir” como alguien que
vivía bajo el sufrimiento, sino más bien alguien que les pasaba información de
primera mano.
Teniendo clara la definición de la palabra, que pasaría si hoy solicitamos
a aquellos que nos conocen que den Testimonio delante del Señor y de su iglesia
acerca de nosotros…
¿Qué pasaría? ¿Nos sentiríamos avergonzados? ¿Rogaríamos que nadie escuche?
¿Estaría tranquilo o tranquila? ¿Qué cree usted?
Quizás usted piense que estoy siendo muy extremista con esto, y esté
pensando en su corazón y diciendo, “Me da lo mismo lo que piensen y digan otros
de mí, ellos son los que darán cuentas a Dios por estar juzgándome”
Si usted piensa así, entonces llamemos a otro testigo a que testifique
acerca de usted, llamemos al mismo Señor Jesús a que él pueda dar un testimonio
acerca de usted…
¿Qué diría el Señor?
Mateo 7:21-23 RV 21 “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os
conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”
Mateo 7:21 RV 21 No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos
Cuantas veces hemos leído el verso 21 como si fuese algo pasajero, pero las
palabras de Jesús pronunciadas en el Sermón del Monte, deberían hacer eco en
nuestras vidas, aquí se menciona un pecado que es muy grave, y tiene que ver
con el “AUTOENGAÑO”
ya que el Señor mismo menciona que algunos le llaman Señor, Señor, y sabe, en
el contexto Hebreo de la época, llamar a alguien por su nombre dos veces
implicaba el reconocimiento de esa persona como alguien superior, aquí dice el
texto que Jesús fue llamado por algunos Señor, Señor, pero en realidad, ¿estos eran
sus hijos?
Hoy en día andan en medio de las iglesias muchos que llaman a Jesús, Señor,
Señor, como si tuvieran apariencia de piedad, como si hubiesen sido
regenerados, y he aquí el problema, el AUTOENGAÑO se produce queridos por que
en los pulpitos ya no hay hombres valientes que prediquen el Evangelio, ya no
hay hombres valientes que crean que Cristo es suficiente para hacer cambios
radicales en un hombre o una mujer, más bien se ha cambiado la predicación del
Evangelio por un mensaje de autoayuda, de autoconfianza y de positivismo.
Por eso es fundamental que volvamos al Evangelio de la Cruz, donde debemos enrostrar
y confrontar al hombre con su pecado y la asquerosidad que el hombre es
delante de Dios, porque muchos de los que hoy vociferan Señor, Señor no
entraran al Reino de Dios...ya que a este Reino se ingresa por un solo medio,
la Cruz de Cristo…
Aquí el Señor nos enseña que no basta con tener un conocimiento intelectual
de quien es el hijo de Dios, usted debe tener un conocimiento revelado por Dios
de quien realmente es Cristo, Isaías menciona la religión existente en medio de
los que dicen ser hijos de Dios…
Isaías 29:13 RV60 Dice, pues, el Señor:
Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero
su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de
hombres que les ha sido enseñado;
Por eso nunca usted debe dejar llevarse por el entusiasmo de algunos o su
fervor, esto no siempre es una evidencia clara del cambio que el Señor provoca
en quien ha Nacido de Nuevo…un cambio que se ve reflejado desde el interior
hacia el exterior…se ve, se palpa, el propio Espíritu da Testimonio de esto…
Al Reino de los Cielos sólo entraran aquellos que hacen la Voluntad del
Padre, eso dice el texto, si es así, y sí Dios llamará a algunos testigos para
que den Testimonio si has hecho o no la voluntad del Padre ¿Qué pasaría? ¿Has
hecho la voluntad del Padre?
La voluntad del Padre es “Creer en aquel que descendió del cielo y que fue
enviado al mundo” por eso Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna.”
La voluntad del Padre es creer que Jesús vino al mundo no para que este sea
condenado, sino para ser salvado por medio su propio sacrificio…el cual
presentó su propia sangre como la propiciación y su cuerpo que fue molido como
el propiciatorio, donde el se hizo pecado para que un vil pecador como tu y yo
pudiera estar hoy presente para reconocer el Señorío de Cristo sobre nuestras
vidas y así decir con toda propiedad Señor, Señor…y no sólo llamarlo Señor,
también actuar en obediencia al llamado que Dios hizo sobre nuestras vidas…
1 Pedro 1:2 RV60 elegidos según la
presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser
rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
La forma verbal utilizada por Pedro para la palabra Obedecer, es el
sustantivo de Obediencia, dicho de otra forma, hermanos, es Dios quien nos llamó
no a obedecer algo puntual, sino a una obediencia total y absoluta que debería
ser parte fundamental de nuestras vidas, esta esfera de obediencia está marcada
por la Santificación la cual es la voluntad de Dios para nuestras vidas
1 Tesalonicenses 4:3 “pues la
voluntad de Dios es vuestra santificación”
Mateo 7:21-23 RV 21 No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de
mí, hacedores de maldad
El verso 22 de Mateo habla por si sólo cuando dice MUCHOS, y que al igual
que la referencia al camino ancho, que también son MUCHOS los que van por
ahí…estos muchos utilizarán como excusa su condición maldita delante de Dios,
cuando ese día llegue, el día del juicio del Trono Blanco de Dios, en Aquel
Día, y tal como dice la Escritura serán abiertos los libros, y serán juzgados
según sus obras y aquel que no esté inscrito en el Libro de la Vida será
lanzado al lago de fuego que es la muerte segunda…
Apocalipsis 20 “11 Y vi un gran trono
blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y
el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes
y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó
los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que
había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el
Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que
no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Estos muchos creen que diciendo “Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre?”
quizás hubo palabras de consolación a la iglesia, de exhortación, más de alguna
palabra de aliento fue entregada por estos, pero créame, no por alguien
predique bien y tenga palabra en sus labios es sinónimo de salvación. Algunos
ejemplos en la Biblia nos podrán aclarar más esta primera excusa:
1.
Judas
11 RV ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por
lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
Balaam profetizo en el nombre de Dios, pero este arrendo
su servicio como profeta (más información en Números 22-24)
2.
Caifás profetizó en el nombre de Dios, pero
tampoco es contado dentro de los salvos…
Otra excusa “Señor,
Señor, ¿en tu nombre echamos fuera demonios?” echar fuera un
demonio no tiene que ver con quien es el hombre, o con algún poder especial que
el hombre posea, más bien los demonios se sujetan bajo el nombre de único Señor
y Dios, Jesucristo…esto tampoco es una evidencia clara para indicar que alguien
es un hijo de Dios…
1.
Judas fue contado dentro de los doce apóstoles
y cuando el Señor los envió a predicar el Evangelio, Sanar a los Enfermos y
echar fuera demonios, el tenía una autoridad delegada por el Señor para cumplir
a lo que había sido enviado (Lucas 9:1-2 “1 Habiendo reunido a sus doce
discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar
enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los
enfermos.”)…pero Judas nunca fue salvo, más bien fue considerado como el hijo
de perdición (Juan 17:12 “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba
en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió,
sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese”)
2.
Lo
mismo ocurrió con los setenta, también se les delegó una autoridad y
volvieron gozosos diciendo “hasta los demonios se sujetan en tu nombre”
Lo único por lo cual usted y yo debemos regocijarnos, es porque nuestros
nombres estén escritos en el libro de la vida, tal como lo dice apocalipsis…
La última excusa “Señor,
Señor, ¿en tu nombre hicimos muchos milagros?” el texto
griego habla de Muchos Poderes, es decir obras poderosas que se traducían en
milagros…
Al examinar la iglesia de hoy, nos encontraremos con verdaderos hijos del
Señor, pero en medio de ellos también habrán muchos que no lo son, es decir Prosélitos,
Prótesis, parecen ser pero no lo son…ya que por sus venas no corre la preciosa
Sangre de Cristo…estos son los que conocen intelectualmente la enseñanza,
alguno de ellos predican, otros nunca se pierden un culto, muchos de ellos son
cantantes en la alabanza, la oración, conocen las historias de la Biblia, otros
muchos creen que porque se criaron abajo en la banca o son hijos de pastores,
tienen ganado el cielo, pero sabe que, Dios no tiene NIETOS, Dios sólo tiene
HIJOS por medio de la FE (Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”)…si alguien se siente identificado con
esto, es necesario que tenga un Verdadero Encuentro con Cristo. De lo
contrario, según mi Biblia, sólo les espera una cosa, CONDENACION ETERNA…
Mateo 7:21-23 RV 21 No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores
de maldad
Después de todas las excusas presentadas por estos MUCHOS, viene el veredicto…NUNCA LOS HE CONOCIDO…esta
sentencia deja a todos aquellos que creen que serán salvos por medio de Obras
humanas diciendo Señor, Señor…pero es evidente que el Señor no los ha conocido,
ya que no existe una relación intima que los vincule, dicho de otra forma,
trataron de acercarse al Señor, utilizaron su nombre, pero nunca estuvieron
dentro del Señor…
2 Timoteo 2:19 RV60 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este
sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel
que invoca el nombre de Cristo.”
Aquí se mencionan dos puntos fundamentales, Conoce el Señor a los que son
Suyos, Apartarse de la Iniquidad…esto es relevante al momento que Dios de
testimonio de nuestra vida, porque hay un conocimiento que esta vinculado por medio
de Cristo, a través de la intima relación que el Espíritu Santo ha provocado en
cada uno de nosotros…
Entonces hermanos, si hoy invitamos al Señor como Testigo para que dé un
testimonio nuestro, que pasaría con tu vida, acaso diría el Señor, mmmm…Sáquenlo
de mi presencia, no lo conozco, o diría, sí, lo conozco, es mi hijo, huele a
Sangre fresca y a Cruz…
Que el Señor les Bendiga…
No hay comentarios:
Publicar un comentario