Zaqueo

Lucas 9:51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

Hermanos, para nadie en ese tiempo era desconocido los milagros y prodigios que estaban ocurriendo en las ciudades cercanas a Jerusalén:

1. ·       Un hombre que tenía un espíritu inmundo fue liberado por Jesús,
2. ·       El endemoniado Gadareno reconoce la autoridad de Jesús como hijo del Dios Altísimo
3. ·       Jesús sana a la suegra de Pedro, otros que fueron sanados en el atardecer
4. ·       La pesca Milagrosa, alimentación de los 5,000
5. ·       Sanación de leprosos, de paralíticos, de un hombre que tenía la mano seca
6. ·       Jesús sana al siervo de un centurión
7. ·       En Naín Jesús Resucita al hijo de la viuda
8. ·       Hubo enseñanzas a través de parábolas
9. ·       Acusación pública a los fariseos, donde Jesús los trataba de hipócritas

Este Jesús revolucionaba las ciudades y aldeas por donde andaba, muchas de las personas sólo lo seguían por los milagros, o por la alimentación que se les había dado, o simplemente por la curiosidad que les causaba el ver milagro, tras milagro, confrontación tras confrontación, enseñanzas que dejaban sin palabras a muchos, y así podríamos mencionar muchos otros acontecimientos.

Bajo este escenario, llega a oídos de un hombre que el tal Jesús pasaría por su ciudad, y anhelaba verle, quería satisfacer su curiosidad y Lucas nos dejó escrito lo siguiente:

Lucas 19:1-10

1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador (NTV agrega DE MALA FAMA). 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

El nombre Zaqueo, lleva por significado “puro o inocente”, pero este Zaqueo no era nada de esto, por el contrario era un hombre odiado por el pueblo judío ya que tenía como oficio el ser publicano, es decir, una persona que estaba encargada del cobro de impuestos para el imperio romano, era considerado como un gran pecador, ya que al ser judío explotaba a su propio pueblo con este tipo de trabajo que tenía, además hermanos, era muy normal que un publicano se hiciera rico en el corto plazo, ya que aparte del porcentaje exigido por el imperio romano, estos siempre le agregaban un poco más, lo cual lo dejaban en su bolsillo…

Zaqueo según el relato de Lucas, tenía el cargo de JEFE de los publicanos, yo creo que la exigencia y responsabilidad mostrada lo llevó a ocupar la posición sobre otros cobradores de impuestos…era de baja estatura y por eso sube a un árbol para poder mirar de mejor forma a este tal Jesús que pasaría por el lugar donde él estaba, pero nunca imagino oír la frase “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” una vez más vemos claramente la INICIATIVA del Señor al momento de llamar a un hombre, o usted me a va a decir que hizo algo para llamar la atención de Dios, yo creo que no…

Al oír la voz de este Jesús, dice la Escritura que se lleno de gozo, yo veo a este hombre descendiendo muy rápido, expectante, emocionado por el llamado que recibió, el llamado del propio Hijo de Dios encarnado, Zaqueo demuestra con sus palabras y hechos el Arrepentimiento al cual fue llamado, reconociendo el Señorío de Cristo en su vida, diciendo, Señor, la mitad de todo lo que tengo la daré a los pobres y si hubo engaño de mi parte, devolveré 4 veces lo cobrado demás…

Queridos, usted y yo éramos igual que Zaqueo, pecadores por naturaleza y práctica, ofendíamos a Dios tan sólo con nuestra respiración, dice la Escritura que herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, él mismo se hizo pecado para que un vil pecador como usted y yo hoy podamos disfrutar por Gracia lo que no merecemos, por eso queridos, Bendito el día cuando el Señor nos llamó por nuestro nombre y con su propia Sangre pagó el precio de nuestra salvación, Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido…

 

Que el Señor les bendiga…