Efesios 4:1-3 “4 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”
Pablo
parte el capítulo 4 de Efesios con una exhortación que va muy de la mano con el
RUEGO que le hace a la Iglesia, el cual hermanos está vinculado con el
llamamiento que cada uno de nosotros recibió el día en que el Señor con Voz poderosa
irrumpió en medio de las tinieblas, cuando su Sangre hizo la compra de nuestra
Redención…el llamado que el Señor ha hecho en nosotros es a SOPORTARNOS
y no de cualquier forma, dice la Escritura que debe ser con toda HUMILDAD “Significado
central de Humildad es SER
LIBRES DE ORGULLO” por eso leemos en (1 Pedro 5:5 “...todos
vístanse con humildad en su trato los unos con los otros, porque «Dios se opone
a los orgullosos pero da gracia a los humildes»”), MANSEDUMBRE “característica
de todo aquel que no se deja llevar por la colera, la vanidad, más bien, su
espíritu es apacible, no sé irrita, no guarda resentimiento alguno, ni mucho
menos piensa en vengarse de algo o de alguien”, PACIENCIA “Es parte del
FRUTO del ESPIRITU, y esta nos debería llevar a esperar, pero sin irritarnos, a
soportar, entendiendo que los tiempo no son nuestros…” y AMOR, el cual
ha sido derramado abundantemente en nuestros corazones, guardando la unidad en
la cual hemos sido vinculados cada uno de nosotros, es decir, en el ESPIRITU
de PAZ que hoy habita en cada miembro del cuerpo, es decir…EL
ESPIRITU SANTO…
Teniendo
claro esto que debemos:
SOPORTARNOS con: HUMILDAD – MANSEDUMBRE –
PACIENCIA – AMOR
Leamos
Efesios 4:26-27 RV60
"26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis
lugar al diablo."
La
Escritura es enfática en indicarnos que ningún hijo de Dios puede vivir en
pecado, dado esto, que pasa cuando usted y yo nos enojamos por situaciones del
diario vivir, aquí Pablo nos exhorta a que no debemos Pecar al momento de
airarnos, de enojarnos, de molestarnos…por el motivo que sea,…un cristiano está
llamado a ser conciliador y está llamado a perdonar, no está llamado a sentir
ira o vivir en el enojo…tampoco está llamado a vivir en forma orgullosa no
queriendo ni buscando la reconciliación…
La
ira que proviene del hombre nunca será correcta, y por lo tanto es una ira
pecaminosa porque la misma nace de las pasiones de la carne…lo grave de todo esto
es que Jesús lo plasmó en el Sermón del Monte, esto en mateo 5:22 “22 Pero yo os digo que cualquiera que se
enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio,
a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo,
quedará expuesto al infierno de fuego.”
Si una persona insiste en la manifestación de
la ira o enojo, está cayendo en una posición cruel y colocándose a la altura
del viejo hombre Adán…pero nosotros que ya hemos sido Regenerados ya no vivimos
con base en la Naturaleza Pecaminosa, sino más bien en la Naturaleza Divina…y
si estamos viviendo bajo la Naturaleza de Cristo, entonces porque nos cuesta
tanto sujetarnos a los preceptos bíblicos y agachar el moño…acaso no debemos SOPORTARNOS
con: HUMILDAD – MANSEDUMBRE – PACIENCIA – AMOR
Santiago
1:19 “Por esto, mis amados hermanos,
todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
Imagínese
hermano, la ira como manifestación del pecado del hombre siempre ha estado presente
en la lista de pecados que figuran en el NT, ejemplo de esto lo podemos
encontrar en:
Efesios
4:31 “Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”
Colosenses
3:8 “Pero ahora dejad también
vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
deshonestas de vuestra boca.”
Hermanos,
una persona que es movida y guarda ira en su corazón, no podrá estar en
comunión con el Señor, su oración no será oída ni mucho menos tendrá una
respuesta…
1
Timoteo 2:8 NTV “Deseo que en cada
lugar de adoración los hombres oren con manos santas, levantadas a Dios, y
libres de enojo y controversia”
Tampoco
podrá sentarse a la mesa del Señor, porque la misma escritura nos lleva a
examinarnos a nosotros mismos, probarnos, que no haya nada que pueda estorbar
en nuestra vida, si usted se sienta a la mesa en forma indigna, usted se expone
a un juicio, y según mi Biblia, el juez que está presente en este juicio es
JESUCRISTO…
1
Corintios 11: 27-32 “27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del
Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente,
sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y
debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si,
pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por
el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.”
Por
otro lado, el Apóstol Pablo indica que, si podemos airarnos, pero en este
proceso de enojo, NO
PODEMOS PECAR…es decir, no podemos albergar PENSAMIENTOS en
contra de algo o de alguien, no podemos pronunciar palabras que DESCALIFIQUEN a
otros, no podemos enviar escritos que sean ofensivos, ni mucho menos sacar en
cara cosas que ya han sido perdonadas…
Amados
del Señor, ¿Se imagina si el Señor nos sacara en cara todo aquello que nos ha
perdonado…cada vez que hemos sido infieles al llamamiento santo que el ha hecho
en nosotros…si fuese así, usted cree que hubiese dejado plasmado en las
Escrituras el siguiente texto?
Hebreos 10:15-17 "15 Y el Espíritu Santo
también da testimonio de que es verdad, pues dice:16 «Este es el nuevo pacto
que haré con mi pueblo en aquel día, dice el Señor: Pondré mis leyes en su
corazón y las escribiré en su mente». 17 Después dice: «Nunca más me acordaré de sus
pecados y sus transgresiones».
Nosotros
como hijos del Señor tenemos la responsabilidad ante el trono de la Gracia de
mirar cual es la raíz de la ira o enojo que estoy sintiendo, si la misma
proviene del ORGULLO que ha sido herido, o proviene del AMOR
PROPIO que siento por mí mismo, o proviene del RENCOR que
he ido acumulando por situaciones que hemos vivido…ninguno de nosotros puede acariciar
la ira, ni mucho menos desearla…si esto ha sucedido,
entonces debo reconocer que estoy cayendo en una falta grave ante Dios y de la
cual debo arrepentirme con urgencia…
¿Podemos
enojarnos? claro que sí, nadie dice lo contrario, pero la Biblia nos llama a lo
siguiente “no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, aquí existe
un llamado, primeramente al arrepentimiento personal, y segundo a impartir
perdón por lo ocurrido…lo que no podemos hacer es extender el momento de
ira o enojo más de lo necesario…en caso que usted quiera extender este tiempo
de enojo o de ira, usted estará convirtiendo ese tiempo de distancia en
venganza, por eso la Biblia nos hace un llamado claro y sin argumento alguno
para deponer la ira o enojo…es decir HASTA QUE SE PONGA EL SOL…esto debe primar
en cada matrimonio como la base para tener una comunión que no sea afectada en
lo íntimo y tampoco en lo espiritual…
Si
alguien persiste en seguir enojado, entonces está cayendo en un grave pecado,
si usted vive excluyendo a aquel con quien está enojado, o suele tener momentos
en los cuales no quiere ver más a esa persona, ya sea yéndose de la casa,
durmiendo en otra pieza, entonces usted está cayendo en una grave falta,
primeramente ante el Señor, esto porque está albergando dentro de usted una
raíz de amargura que no lo dejará vivir en Paz, no olvide las palabras que el
Señor nos dice que debemos SOPORTARNOS con: HUMILDAD – MANSEDUMBRE –
PACIENCIA – AMOR. Y añade un ingrediente más, Guardando el VINCULO de la PAZ
por medio del Espíritu con el cual hemos sido sellados…
Esto
le dará una fuerte patada en la cara a satanás, porque de esta forma no le
estaremos dando LUGAR A SATANAS…quien persiste en seguir encolerizado, enojado
o airado, lo único que está haciendo es permitirle al diablo que use todo lo
que pueda tener a su mano para obtener victorias sobre la obra de Cristo en
cada creyente…y lo peor de todo, que esto sucede entre aquellos que son hijos
del Señor, comúnmente esto suele pasar en la vida matrimonial…
Por
eso es tan importante que entendamos que, si podemos enojarnos,
pero en el proceso de enojo debemos tener la capacidad y la disposición de PERDONAR
y por sobre todas las cosas buscar la RECONCILIACION para no darle
cabida en NADA a satanás, el cual anda como león rugiente a nuestro alrededor
buscando a quien devorar…
Hermanos,
satanás es astuto y utilizará cada oportunidad que tenga para cambiar nuestra
indignación, sea justa o no, por una falta que nos llevará al enojo extremo, al
rencor, como algo que se resistirá al perdón…
No
debemos dar ningún espacio, ningún tipo de entrada, nada en que pueda
afirmarse, porque si encuentra un punto de ingreso, créame que lo hará y
comenzará a causar estragos en su vida…el problema radica muchas veces en que
aún pensamos y creemos que la ley del talión aún sigue vigente…y por eso
algunos sólo han memorizado el versículo de Mateo 5:38 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y
diente por diente.”
Y van por la vida diciendo, si me la hace, la paga…no sabe con la chichita que
se está curando…pero el Señor siempre quebrará el orgullo y la vanagloria del
hombre, por eso continúa diciendo:
-
Que debemos amar
a nuestros enemigos
-
Orar por aquellos
que nos persiguen
-
Poner la otra
mejilla
-
Cerrar nuestra
boca
-
Que debemos ser
PERFECTOS, así como nuestro Padre Celestial es perfecto…
Termino
con esto, nunca olvidemos que el Señor hizo una obra perfecta en cada uno de
nosotros, donde perdonó todos nuestros pecados y nos hizo participes de su
propia Naturaleza, con la misma Gracia que nos alcanzó y nos perdonó, debemos PERDONAR a otros SOPORTARNOS
con: HUMILDAD – MANSEDUMBRE – PACIENCIA – AMOR. Guardando el VINCULO de la PAZ
por medio del Espíritu con el cual hemos sido sellados…y de esta forma
estaremos dando un golpe a satanás para que no tenga poder sobre nuestras
vidas…
Que
el Señor les bendiga…